14 dic 2007

Una conclusión acerca de Fernando De la Rua


Por dónde empezar si hay tanto por recordar. Ante todo remarcar que a los argentinos nos falta autocrítica, decisión, apoyo y compromiso. No toda la culpa es de quien esta arriba, también es de quien lo apoya, lo sigue, lo reelige y de quienes lo permiten, los ausentes, los cómplices, todos.
Por eso es tan importante que hagamos un meaculpa y sepamos que nuestros problemas son más antiguos de lo que realmente creemos.
Pero hoy nuestro programa nos trae a Fernando De La Rúa, y pensar en él como único responsable es un error. Recordemos que el país estaba inmerso en el caos desde la época de Menem, y no nos olvidemos que nadie lo volvió a votar, asi decian ¿no?, pero él llegó dos veces y casi una tercera.
Pero como la tercera es la vencida, y más vale tarde que nunca, los más vivos de este planeta caímos, y pedimos un cambio que creímos concretar. Así fue como llegó a nuestras vidas el Dr. Fernando De la Rúa. Confiamos en él y nos falló como otros tantos, porque nos dejó ausentes en las calles, porque nos dejó una sensación de vacío, de impotencia que necesitamos olvidar, pero tambien es preciso recordar.
Si los argentinos nos creemos vivos, el concepto de viveza está bastante transformado: siempre necesitamos tropezar con la misma piedra, tocar fondo, y algo imperdonable: sacrificamos vidas, a cambio de creer realmente en el error.
Ya comprobamos que juntos podemos, pero juntos, ¡todos! , y no solo cuando nos tocan el bolsillo, también cuando revivimos una enfermedad que acaba con los más indefensos “LA DESNUTRICION”, que la volvimos a ver y muy cerca, no es tan lejos el norte. La ola de inseguridad es consecuencia de la falta de justicia en conjunto con la desocupación de la magnitud que vivimos.
Por eso desde el humilde lugar, les pido un esfuerzo más. Si le damos la espalda al país también se lo hacemos a nuestros seres más queridos y a nosotros mismos.
Cada vez que una persona dice “la política no me importa”, cada vez que alguien “vota en blanco”, “cada vez que no nos interesamos en los postulantes que deciden nuestro futuro”,nada más ni nada menos, eso señoras y señores es dar la espalda. Volvamos a votar por convicción, no al menos peor.
Recordar es corregir, es mirar para adelante, es pensar en el futuro, es no olvidar.

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